Uno de mis amigos era un otorrinolaringólogo, y cuando se le preguntó sobre los riesgos de la cirugía, dijo: “Bueno, siempre hay muerte”.
Pero, de manera realista, los riesgos de una amigdalectomía son mínimos. Pero las posibilidades serían primero el riesgo de anestesia en general, seguido de hemorragia e infección.