Cada célula en un cuerpo humano tiene el hardware básico similar y un software ligeramente diferente. ¿Quién los ordena, estos millones de células independientes, actuar como una masa colectiva? ¿Quién es el conductor de esta filarmónica biológica?

Este es el tema de la fisiología, y no es fácil responder brevemente, excepto para decir que dos niveles principales de control son el sistema nervioso y las hormonas. Además, las células pueden comunicarse con sus vecinos; buenos ejemplos se ven en el sistema GI y el corazón.

Creo que la mejor manera de apreciar cómo funciona esto es con algunos ejemplos específicos. Uno es el control de nuestros músculos posturales. Damos por hecho que nos sentamos en posición vertical, en equilibrio. Lo que sucede a nivel subconsciente es que los grupos de fibras musculares llamadas unidades motoras tienen receptores de estiramiento que indican la cantidad de tensión que tienen. Estas señales se envían al sistema nervioso central, que realiza micro ajustes a través de las señales nerviosas a los músculos, diciéndole a cada fibra que tire más o menos y coordine sus esfuerzos.

Quizás el mejor ejemplo de células que trabajan juntas y con el sistema nervioso es la acción del corazón. Creo que si hojeas este artículo de wikipedia sobre el corazón, obtendrás una apreciación del nivel general de coordinación.

Corazón – Wikipedia

Casi todas las células tienen receptores para señalizar moléculas como las hormonas. La hormona tiroidea, por ejemplo, regula la tasa metabólica basal de todos los tejidos.

Cientos, sino miles de mecanismos de retroalimentación individuales aseguran la homeostasis.

ADN, ARN y proteína se sincopan en un baile eterno con el medio ambiente. No hay conductor, solo un patrón complejo.