La homeostasis es una propiedad que es característica de las células vivas, donde los aspectos químicos o físicos del sistema se mantienen activamente dentro de un rango favorable para el funcionamiento del sistema.
Estos procesos se llevan a cabo a través del estímulo y la respuesta en ciclos de retroalimentación que varían en su composición y estructura.
Los sistemas homeostáticos requieren sensores y mecanismos efectores para mantener el control. Las estructuras de estos componentes son biomoléculas, a menudo construidas dentro de la célula.
Las células usan proteínas de membrana para controlar activamente las concentraciones de iones a través de las membranas celulares para mantener los equilibrios osmóticos y de pH óptimos necesarios para la función celular.