El sistema ABO de tipos de sangre es más complicado de lo que las personas le dan crédito. La gente generalmente piensa, “OK, soy del tipo A, o B, o lo que sea,” y ese es el final.
Esta es la versión del sistema ABO que se enseña en la escuela secundaria, como una introducción a los genotipos frente a los fenotipos y la genética co-dominante. De hecho, cada uno de los antígenos viene en varios subtipos. Por ejemplo, las variaciones más comunes de tipo A son A1 y A2, pero hay más de una docena más. Debido a las similitudes entre ellos, todos prueban como tipo A. Si alguien es probado como tipo B, lo más común es que signifique tipo B1, pero hay otros. Estos tipos solo se pueden distinguir mediante pruebas que son más sofisticadas que las que tiene el banco de sangre promedio, porque los bancos de sangre están ubicados en hospitales, y no es necesario distinguir entre los tipos A1 y A2 para una atención adecuada del paciente.
El tipo O tiene 3 subtipos comunes. Estos son O1, O1v y O2. En términos de compatibilidad para la transfusión de sangre, todos se agrupan como tipo O, y cuando se determina la compatibilidad para las transfusiones, todos se tratan por igual.
En otras palabras, el tipo O1 es un subtipo de tipo O y se trata como tipo O al determinar la compatibilidad para las transfusiones.
