Los síntomas clásicos del autismo tienden a ser más exagerados en los hombres. Las mujeres a menudo luchan menos con las cuestiones sociales, y en lugar de actuar mal, internalizan más la frustración. No ayuda que originalmente se pensó que el autismo era algo que afecta principalmente a los hombres.
Como resultado, a las niñas con autismo a menudo se les diagnostica otra cosa: fobia social, borderline, agorafobia, trastorno de personalidad evitativo, trastorno de personalidad dependiente … El autismo puede parecerse a todos esos. Y si alguien se ha adaptado bien (puede hacer contacto visual, etc.) es muy fácil pasar por alto las causas subyacentes.
En mí mismo noto que también tengo dificultad para explicar cómo me siento y una vez que una conversación se vuelve emocional, me desconecto. Esta fue básicamente cada cita terapéutica que he tenido, y como resultado, no creo que realmente hayan entendido lo que “estaba mal conmigo”.
Afortunadamente, esto está cambiando. Los terapeutas no solo se están volviendo más conscientes del autismo en las niñas, sino del autismo en general.
