Primero debes entender cuál es la causa del problema. Cuando disparas un flash hacia alguien, la luz viaja tan rápido que sus pupilas no tienen tiempo para cerrar, por lo que la luz pasa por el ojo, se refleja en su parte posterior y es capturada por la cámara. Esto ocurre especialmente en situaciones de poca luz, cuando sus pupilas están abiertas y dejan que la luz entre y salga, y cuando la fuente del flash está muy cerca de la lente, ya que apunta casi directamente hacia usted.
Para evitarlo, puedes:
- no use el flash e intente compensar con mayor ISO / menor velocidad de obturación / apertura más amplia, si es posible;
- Si está utilizando una cámara réflex digital con zapata de contacto, use un accesorio de flash externo, que hará que la fuente de luz se aleje de la lente y le permitirá disparar la luz en otras direcciones que no sean la delantera;
- hacerlo en postprocesamiento; software como Lighroom y similares han diseñado especialmente algoritmos para corregir esta situación: busque la “herramienta de eliminación de ojos rojos”.
Feliz disparo!