Debido a que los factores ambientales contribuyen a la sequedad y a otras condiciones que provocan asperezas, puede tomar decisiones sobre el estilo de vida que eviten la piel áspera y con baches.
Aquí hay algunos para probar:
- Manténgase alejado del sol tanto como sea posible y cargue el protector solar todos los días. La radiación ultravioleta seca la piel y afecta el colágeno y la elastina, los tejidos conectivos que mantienen la piel tersa y flexible.
- Tenga un cuidado extra de su piel durante el invierno, cuando los niveles de humedad bajen y deje su piel reseca. Mantenga húmedo el aire de su hogar con un humidificador.
- Elija un limpiador suave, sin espuma y sin jabón que no contenga fragancia, alcohol ni productos químicos antibacterianos como el triclosán. Los jabones de barra y los lavados intensos de la cara eliminan los aceites naturales de la piel. También pueden desencadenar ataques de asma en personas con eczema o rosácea.
- Use agua tibia para lavarse la cara y evite los baños largos y las duchas. El agua caliente descompone las barreras lipídicas en su piel.
- Asegúrese de consumir suficientes grasas saludables, especialmente si está a dieta. La piel requiere ácidos grasos esenciales para mantener la hidratación, y su cuerpo no puede producirlos por sí mismo.
- Buenas (y sabrosas) fuentes incluyen aceite de oliva, salmón, aguacate y nueces.
- Si te sientes estresado, trata de relajarte con ejercicio, meditación, respiración profunda o terapia de masaje. El estrés es conocido por agravar la psoriasis, la rosácea y el eccema.