Era más común (en mi experiencia limitada) que un estudiante de medicina (aún no un médico) se diera cuenta, por lo general durante las rotaciones clínicas, de que “esto no era para ellos”. Es posible que hayan tenido una idea diferente de cómo iba a ser; es posible que se hayan sentido presionadas para ir a la escuela de medicina por presiones familiares o internas (“Tu madre y todas tus tías son médicas. Por supuesto que vas a la escuela de medicina”), y luego decidieron que iban a tomar la decisión de dejarlo. , a pesar de las expectativas de la familia.
La tasa de abandonos es menor, creo, durante la pasantía y la residencia (ahora un médico), pero sucede. Creo que algunos escritores populares terminaron la escuela de medicina, pero nunca practicaron medicina. Los problemas familiares, problemas personales, enfermedades / problemas médicos podrían contribuir a la decisión de abandonar el colegio en ese momento.
El estrés físico-mental de los años de residencia en prácticas puede ser bastante intenso, y ciertas especialidades y ciertos programas de capacitación son más intensos . Algunos programas solían tener fama de ser notoriamente duros (“¿Sabes cuál es el problema de estar de guardia cada dos noches? Te pierdes la mitad de los casos buenos”. Eso puede ser apócrifo, pero se dijo que era la actitud de algunos programas).
Conozco a algunas personas que no pudieron terminar sus programas de residencia porque los directores del programa sintieron que carecían de los atributos y habilidades necesarios para ser un buen médico en ese campo.
Personalmente, sé de un amigo que se quitó la vida durante el entrenamiento de residencia.
No es para todos.
