En los humanos secretan pepsinógeno y lipasa gástrica en el estómago. Estas son proteínas precursoras que eventualmente se convierten en enzimas digestivas de proteínas y grasas.
En bebés vacas, cerdos y gatos (y algunos otros) también secretan quimosina que cuaja leche en su sistema digestivo con el objetivo de facilitar la digestión y permanecer más tiempo en el sistema digestivo, donde sus nutrientes pueden ser absorbidos.