Depende. Si el país en el que el farmacéutico intenta encontrar un trabajo acepta el programa de capacitación que se le proporcionó al farmacéutico en el país extranjero, entonces no debería haber ningún problema.
Dicho esto, desde una perspectiva legislativa, los diferentes países tienen reglas diferentes y, por lo general, se requiere que el farmacéutico apruebe un programa de capacitación que le permita trabajar legalmente en otro país.
Si una farmacia decidiera contratar a un farmacéutico sin cualificaciones válidas, pondría en riesgo su propia reputación y la salud pública.
En el Reino Unido, se requiere que los farmacéuticos estén registrados en el GPhC (The General Pharmaceutical Council) y si no lo son, están haciendo algo ilegal.