Energía necesaria no solo para actividades físicas. Cuando pensamos, nuestro cerebro también trabaja con cierta cantidad de energía. Es como una computadora que sigue procesando la memoria. La diferencia es que cuando estamos en un estado normal, funcionará en flujo normal. Pero cuando estamos en un estado deprimente, nuestro cerebro procesa el pensamiento de una manera poco saludable. Sigue dando vueltas alrededor de la materia depresiva, y en el otro lado, una parte de ella también trabaja para resolverlo. Es un proceso realmente agobiante que seguramente afecta nuestra condición física. Hacemos el pensamiento excesivo.
Otro buen ejemplo es si observas a los jugadores de ajedrez profesionales en un torneo estándar de ajedrez. Podrían pensar durante horas solo por un juego. Después de eso, necesitan un descanso adecuado para recuperarse del cansancio. Es por eso que incluso ellos no hicieron competencia deportiva física, también se sienten cansados.
Mientras que el jugador de ajedrez piensa demasiado en el juego, la persona depresiva piensa demasiado en un asunto que normalmente es un pensamiento negativo. El juego de ajedrez se puede resolver, mientras que el pensamiento depresivo a menudo se trata de algo que es “imposible de resolver”, como el arrepentimiento pasado (no podemos cambiarlo más) o la preocupación futura (nadie puede predecir el futuro). Esto hizo que la depresión sea incluso más cansada que hacer un “proceso de pensamiento excesivo normal”.
Espero que esta respuesta pueda ayudarte.