¿A quién se nos dirá que murió por los pecados de los microbios interestelares que inevitablemente encontraremos?

Tratando de abrir agujeros en el cristianismo usando el argumento de la “Tetera de Russell” ¿eh? Pero cometiendo el error fatal de ponerte del lado equivocado. Se supone que es la gente de la que te estás burlando la que hace una afirmación totalmente infundada acerca de que algún objeto está definitivamente en el espacio, no tú. De todos modos, por la forma en que ese argumento va, la responsabilidad recae en ti para proporcionar evidencia de la vida extraterrestre antes de que los cristianos busquen algo que hacer aquí. E incluso si eso sucediera, no estoy seguro de cómo la respuesta obvia de “todavía Jesús” de repente dejaría de cubrir las bases apropiadas.

Jesús murió por nuestros pecados. Esta es una creencia radical, que cambia la vida y que altera el mundo, que muchas personas no se atreven a creer. Pero si evalúas la evidencia y llegas a la conclusión de que Jesús efectivamente murió por los pecados del mundo y resucitó de entre los muertos, no es un gran salto concluir que él también murió por los pecados de todo el universo.