Las causas se dividen en ‘primaria’ y ‘secundaria’.
Las causas secundarias son cuando la médula ósea produce más células en respuesta a algún tipo de estímulo. Los recuentos de glóbulos rojos pueden aumentar de forma natural en respuesta a mayores requerimientos de oxígeno. Esto puede ocurrir a gran altura, o como resultado de fumar, enfisema u otras dificultades respiratorias. Estas afecciones estimulan a los riñones a liberar una hormona llamada eritropoyetina (Epo), que le indica a la médula ósea que produzca más glóbulos rojos.
Las causas principales son cuando la médula ósea produce más glóbulos rojos SIN una buena razón. Los conteos pueden aumentar debido a una malignidad (leucemia) de la línea de glóbulos rojos, o una mutación genética (como Jak2).