Algunos estudios realizados a finales de los 60 y principios de los 70 muestran que el ejercicio INTENSO agota la testosterona de manera sustancial en aproximadamente 28-32 minutos de ejercicio continuo, pero se reabastece sustancialmente en unas 3-4 horas.
Sin embargo, la intensidad puede diferir sustancialmente de una persona a otra dependiendo del condicionamiento del individuo.
Por lo tanto, un atleta magníficamente condicionado, como un maratonista, cuya capacidad aeróbica y anaeróbica está muy desarrollada, puede correr a un ritmo mucho más rápido durante mucho más tiempo que usted o yo, porque su ritmo lento de 4:50 millas es aproximadamente tan rápido como nuestro sprint absoluto, y por lo tanto toma un período de tiempo mucho más largo para agotar sus niveles de testosterona.
De manera similar, alguien que ha estado entrenando con pesas durante un período de tiempo podrá levantar pesas durante un período de tiempo mucho más largo y con pesos mucho más altos antes de agotarse que una persona relativamente desentrenada.
