Por lo general trato de ser honesto y decir, realmente no quería serlo. Pero milagrosamente, encontré el campo que fue mi vocación. Si no lo hubiera hecho, sería miserable y nada me hubiera hecho perseverar.
Todavía estoy aquí porque me encanta cómo se puede aplicar la ciencia que aprendemos, y especialmente en la medicina de emergencia, a menudo salva vidas.
Nos quejamos de las largas horas, los cambios estresantes, el agotamiento, la falta de tiempo personal, pero la mayoría de nosotros no estaríamos aquí si no hubiéramos encontrado que algo sobre cómo funciona el hospital, también nos ayuda. Lo escribo soñoliento mientras estoy en turno en la sala de emergencias, y puedo escuchar risitas en la parte posterior de mi cabeza que dicen: “te arrepentirás de esto mañana”.
