Por lo general, alrededor de seis semanas después de la cirugía, si no ha habido complicaciones y sus radiografías de seguimiento muestran curación, comenzará la terapia física. La terapia comenzará con ejercicios suaves y aumentará gradualmente, de modo que, tres meses después de la operación, irá en bicicleta, a nadar o al gimnasio regularmente.
Por lo general, los cirujanos consultan a los pacientes seis semanas después de la cirugía y luego cada tres meses durante un año. Se toman radiografías en cada visita para controlar la curación. Si se usaron tornillos metálicos durante la cirugía, se pueden retirar en unos pocos años, pero esto generalmente no es necesario.
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