Supongamos por un momento que las cosas más pesadas caen más rápido. Ahora supongamos que uno une una bola pesada con una más liviana usando una barra sólida.
Por un lado, se podría argumentar que el objeto ligero caería más lento por lo que estaría actuando como paracaídas, por lo que la combinación de los dos debería ser más lenta que la caída del pesado.
Por otro lado, uno podría argumentar que agregar algo de peso a una pelota pesada la hace más pesada, por lo que su combinación debería caer más rápido.
La suposición original lleva a una contradicción, por lo que no se cumple.