Dado que la luz del sol suprime la respuesta inmune en la piel, ¿en qué medida podría usarse como un sustituto natural de la crema de cortisona?

La luz del sol es una combinación de luz visible, ultravioleta A y luz ultravioleta B. El ultravioleta C, emitido también por el sol, no llega a la superficie de la Tierra.

Utilizamos el ultravioleta A y B para tratar enfermedades inflamatorias de la piel como la psoriasis, el eccema, el vitíligo y otras debido a sus efectos supresores sobre los linfocitos T. Incluso usamos UV para tratar el linfoma cutáneo de células T, una enfermedad maligna de los linfocitos que dirigen la piel, en sus etapas iniciales. Debido a que la radiación UV suprime la actividad de los linfocitos, es antiinflamatoria.

La longitud de onda se elige en función de varios factores. La UVB es un número de longitudes de onda más cortas, por lo que no penetra tan profundamente como los rayos UVA, sin embargo, tiene más energía y tiene más capacidad para quemarse. Tanto UVB como UVA son cancerígenos. Esa es la limitación de nuestra capacidad de usarlo como tratamiento inmunosupresor local.

La carcinogenicidad también es lo que hace peligroso el uso de camas de bronceado, aunque las longitudes de onda utilizadas se anuncian como “seguras”. Ellos no son.

Esta respuesta no es un sustituto de la asistencia médica profesional …