Las siguientes rutas de administración se enumeran en orden descendente para la tasa de absorción:
Intravenoso
Intramuscular
Intranasal
Intrarectal
Buccal / Sublingual
Oral
En general, se considera que la administración demasiado rápida de compuestos de esta naturaleza no es deseable. Los parámetros evaluados en ensayos clínicos sugieren fuertemente que la administración oral es preferida para efectos terapéuticos óptimos. Parece razonable que una dosis intrarrectal equipotente (para la cual la biodisponibilidad es aproximadamente el doble que la administración oral) también sea aceptable.