Problema extremadamente interesante, pero nadie lo sabe. Hubo muchas teorías (reducción de la masa del cráneo, resonadores de sonido, protección contra el trauma, mejor humidificación del aire, etc.). Ninguno de ellos fue demostrado ser verdadero.
También se propuso que los senos son restos evolutivos. Ciertos animales desarrollaron detectores de calor (serpientes), receptores de campo magnético (aves), eléctricos (tiburones), ecolocalización (delfines, ciertas aves, murciélagos), etc. Estos detectores adicionales se encuentran en los senos frontal, maxilar, etmoidal y esfenoidal (o sus equivalentes) en animales.
También hemos desarrollado un seno especial para aumentar nuestros sentidos: el oído medio (que actúa como un amplificador de ondas de sonido).
¡Técnicamente el oído medio es un seno! Es una cavidad llena de aire en nuestro cráneo, cubierta con mucosa y conectada a la nariz con una abertura (trompa de Eustaquio). En los humanos, este seno mejora nuestra audición en aproximadamente 30-40 dB en un rango de frecuencias determinado.
Personalmente, como cirujano otorrinolaringólogo, tomo la explicación evolutiva como la más probable.