La mayoría de los rasgos humanos involucran múltiples genes, que se mezclan y combinan a través de las generaciones. Agregue a eso la posibilidad de nuevas mutaciones (cada bebé tiene cientos) y todo tipo de cosas son posibles.
Pero, en realidad, una persona es rara, es exótica de otra persona, así que aprende a amar lo inusual. No es como si la forma de tus ojos fuera objetivamente poco atractiva (si es que lo fuera) y, lo que es más importante, no es algo que reduzca tu función.