Él puede, legalmente. No hay ley en ninguna parte que lo prohíba.
Pero no es ético que sus colegas cirujanos le permitan hacerlo por desesperación. Deben dar un paso al frente y ser voluntarios para hacerle la cirugía.
La razón de esto es simple. Tu hermano, presumiblemente, te ama. O lo que sea. En caso de que su vida esté literalmente en peligro, podría perderla: tomar malas decisiones, estrechar la mano o una serie de reacciones imprevistas ante la situación. Por lo menos, puede que no sea tan rápido como podría ser de otra manera, y si mueres, se culpará a sí mismo por ello y podrá abandonar la profesión, privando a la humanidad de un recurso humano caro.
Por todas estas excelentes razones y más, por lo general brindamos servicios médicos para los médicos compañeros y sus familiares pro bono. Es mejor así.