El virus de la gripe muta bastante rápido. Una razón es que el genoma está hecho de ARN. Se sabe que la ARN polimerasa (produce tales genomas) es propensa a errores. Es decir, inserta la base incorrecta en el ARN una vez por cada 10.000 bases. Esto se debe a que la ARN polimerasa no funciona como prueba. Entonces, los cambios se acumulan y el virus cambia con el tiempo.
El virus de la influenza también tiene un genoma segmentado. Esto permite una redistribución de los segmentos de ARN si dos cepas diferentes del virus de la gripe infectan simultáneamente la misma célula huésped. Este proceso de reasignación resulta en un virus dramáticamente nuevo y diferente que puede iniciar una pandemia porque nadie tiene inmunidad a este nuevo virus.
El resultado es que los científicos deben monitorear constantemente a los pacientes infectados con influenza. Si se ha producido una mutación suficiente, se justifica el desarrollo de una nueva vacuna.