No es exactamente un accidente, pero las víctimas del abuso físico y emocional de la infancia a veces desarrollan un increíble sentido de empatía. Esto se debe a que aprenden cómo detectar cuándo se produce un ataque, qué lo desencadenará y cómo manipular el estado emocional del atacante para evitarlo. Más adelante en la vida esto les da una capacidad esencialmente superhumana para leer las emociones de los demás.
Curiosamente en el contexto de esta pregunta, otra reacción al abuso es infligirlo a los demás: las víctimas a menudo se convierten en héroes trágicos o en villanos.